La tradición argentina por excelencia, de llenar la parrilla los domingos, está cada vez más complicada. El asado, la delicia gastronómica que es un pilar de la cultura argentina, experimentó un aumento constante en su precio y varió considerablemente entre las últimas elecciones presidenciales.
Si nos remontamos a noviembre de 2015, antes de la asunción de Mauricio Macri como presidente, el precio del kilo de asado era de $ 87,60, según datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) -que se encuentra conformado por representantes de las entidades agropecuarias y el Gobierno nacional-, en base al Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Para 2019, antes de la asunción de Alberto Fernández, según el mismo registro, el precio del kilo de asado era de $ 290. Por lo tanto, el aumento en términos nominales fue del 230%.
Si nos remontamos a la canasta de corte de carne histórica, el asado tuvo el mayor salto de precios durante el gobierno de Fernández, con una suba del 235%, mientras que en los primeros 27 meses de gestión de Cristina Kirchner el incremento de precios de este corte había sido de 54,11% y con Macri registró un aumento del 36,89%, según el IPCVA.
Para las elecciones generales de este domingo, el valor de la carne resgistra un aumento considerable. Según el último informe de IPCVA, el precio promedio de la carne vacuna en septiembre 2023 (último informe publicado) se incrementó un 19,4% si se lo compara con la medición del mes anterior; y se observa un aumento promedio del 163,8% con respecto al mes de septiembre 2022. El precio, sin embargo podría ser aún mayor según cada distrito y aún no fueron publicados los índices de octubre.
A pesar de ello y luego de los últimos índices publicados por el INDEC, donde la inflación se ubicó en 12,7%, con un acumulado de 103,2% en lo que va del año, el kilo de asado de ternera durante el fin de semana superó los $4.000 pesos.